Francia es un destino turístico de renombre que ofrece una variedad de atracciones únicas a visitantes de todo el mundo. A pesar de su reputación de ser un destino caro, viajar y explorar Francia no tiene por qué ser caro. Con los conocimientos adecuados, puede experimentar lo mejor del país con un presupuesto limitado.
Alojamiento
Uno de los mayores gastos al viajar a Francia es el alojamiento. Afortunadamente, hay muchas formas de ahorrar dinero en esta área. Si no es exigente, un albergue es una excelente manera de mantenerse dentro de su presupuesto. Los albergues en Francia pueden costar entre 9 y 30 € por noche, según la ubicación y las comodidades. Couchsurfing es otra forma de encontrar alojamiento gratuito o de bajo costo. Al alojarse con un local, no solo ahorrará en tarifas de alojamiento, sino que también podrá conocer más de cerca la cultura francesa.
Acampar también es una alternativa asequible. Con una tarjeta de acampada, los campistas pueden ahorrar hasta un 40 % en las tarifas de acampada y también se permite acampar gratis en ciertos lugares durante hasta dos noches. En Francia se pueden encontrar campings y caravanas que ofrecen servicios básicos u opciones más lujosas, según el presupuesto.
Transporte
Moverse por el país puede resultar caro si no se es experto. El sistema ferroviario es una excelente forma de ir de una ciudad a otra. Los trenes de alta velocidad TGV ofrecen un transporte rápido y fiable por toda Francia, con billetes a partir de 19 € por trayecto. Otra opción más barata es el autobús. Aunque es considerablemente más lento, los billetes suelen costar menos de 15 € y ofrecen unas vistas impresionantes durante el viaje.
Para explorar el país de una forma aún más rentable, la mejor opción es viajar por carretera. El alquiler de coches en Francia empieza en 25 € al día, más tasas adicionales. Este coste se puede dividir entre unos cuantos amigos, lo que permite ahorrar aún más. Una vez que estás en la carretera, no faltan actividades gratuitas o de bajo coste. Ya sea hacer senderismo por el campo, visitar mercados al aire libre o nadar en uno de los numerosos lagos del país, hay mucho que hacer sin gastar una fortuna.
Comida y bebida
La comida francesa gourmet es la especialidad de Francia, pero comer en el país puede resultar caro. Afortunadamente, existen algunas formas de ahorrar en comida. Comer al estilo picnic es una excelente manera de ahorrar dinero. Los mercados abundan en las ciudades francesas, lo que te brinda muchas opciones de comida para tu picnic. De lo contrario, cocinar en casa es más barato que comer fuera. Busca tiendas de comestibles o mercados de alimentos con productos locales. No solo ahorrarás dinero, sino que también vivirás una auténtica experiencia gastronómica francesa.
Cuando salgas a comer, aprovecha los menús del almuerzo, que son más baratos que las cenas. Puedes encontrar estos menús en los restaurantes de la mayoría de las ciudades francesas. Evita los bares y los lugares turísticos, ya que son los lugares más caros para comer. La comida callejera es mucho más asequible y una excelente manera de experimentar la cultura gastronómica.
Beber en Francia tampoco tiene por qué costar una fortuna. El vino es mucho más barato en Francia que en cualquier otro lugar. Una botella de vino puede costar tan solo 3,50 €. La cerveza también es una opción económica, ya que cuesta alrededor de 2-3 €. Si buscas una forma económica de socializar, planifica una reunión con amigos o busca ofertas especiales de happy hour.
Conclusión
Explorar Francia con un presupuesto limitado no está fuera de tu alcance. Con un poco de planificación previa e investigación, puedes experimentar todo lo que el país tiene para ofrecer sin gastar una fortuna. Desde alojamiento asequible hasta ideas de transporte y comida que te permitan ahorrar dinero, hay muchas formas de ahorrar dinero en tu próxima aventura francesa. Con una planificación y un presupuesto cuidadosos, puedes crear un viaje memorable a Francia sin sacrificar tu billetera.